Por primera vez en su historia, el Ejército del Aire y del Espacio comienza una misión en Islandia, en el marco de la operación de Policía Aérea de la OTAN, para reforzar la seguridad colectiva de la Alianza en el Atlántico Norte ante la amenaza de actividades aéreas no identificadas en el espacio aéreo aliado y sus proximidades.
Un total de seis cazas F-18 y 122 militares —entre pilotos, mecánicos, especialistas en armamento, logística, seguridad y otros servicios de apoyo necesarios para desempeñar esta misión—, están desde hoy operativos en la base aérea de Keflavik al sur de Islandia.
Al mando del teniente coronel Rafael Ichaso Franco, el ‘Destacamento Stinga’ extenderá su misión hasta mediados de agosto con la finalidad de vigilar e interceptar aeronaves que operen sin plan de vuelo, sin contacto por radio o con el transpondedor desactivado, con el objetivo de garantizar la seguridad del espacio aéreo aliado.
Para conseguirlo, el destacamento español, cuyo grueso pertenece al Ala 15 de Zaragoza, permanecerá en alerta permanente 24/7 de reacción rápida.
Además, durante este despliegue, los vuelos de entrenamiento programados en zona serán de gran utilidad para mantener y mejorar las capacidades de los pilotos y las tripulaciones, así como la operatividad de los cazas F18.
Islandia, país miembro de la OTAN sin fuerza aérea propia, recibe de forma rotatoria destacamentos aliados encargados de proteger su espacio aéreo. Todos los contingentes de la Alianza Atlántica despliegan en la base de Keflavik, una instalación estratégica en el Atlántico Norte clave para el control de las rutas aéreas intercontinentales.
Con este nuevo despliegue, España demuestra y refuerza su compromiso con las operaciones internacionales de defensa colectiva, pues amplía así su presencia más allá del flanco oriental de la OTAN —donde ya ha operado en el Báltico, Bulgaria y Rumanía—, al tiempo que proyecta su capacidad operativa en un nuevo escenario de vigilancia aérea avanzada.